9/10/2011

A 10 años del 11-S: Entrevista a Kurt Sonnenfeld - Por Rolando Graña / Canal A24

Informe especial sobre Kurt Sonnenfeld realizado por el canal A24. Entrevista a cargo del periodista Rolando Graña.




INFORME ESPECIAL DE AMÉRICA
Camarógrafo revela detalles ocultos del 11-S
Este domiento en A24, Kurt Sonnenfeld detalla todo lo que vivió en los minutos posteriores al atentado a las Torres Gemelas y lo que vío en las ruinas. Mirá el video.

Este domingo desde las 8 hs., en emisión especial por el Décimo Aniversario del Atentado a las Torres Gemelas, A24 emitirá una entrevista exclusiva con Kurt Sonnenfeld que revela que luego de la caída de las dos torres, poco más de seis horas más tarde cayó una tercera donde funcionaban oficinas clandestinas de la CIA.

En conmemoración a los 10 años de los atentados a las Torres Gemelas, Sonnenfeld fue el único camarógrafo que entró a las ruinas y da su testimonio enA24 como un refugiado político en la Argentina, tras contar sus dudas sobre el conocimiento previo que tenía Estados Unidos de la tragedia.

Sonnenfeld cuenta que, en 1993, se desempeñaba como un agente oficial del Gobierno de Estados Unidos bajo contrato para la Agencia Federal de Emergencias. Desde esa área tuvo que realizar labores en el FBI consideras de alta seguridad nacional. Por ello, fue convocado para ser uno de los primeros en acercarse al cabo del primer atentado a las Torres Gemelas.

Asimismo, fue el único camarógrafo autorizado para ingresar en las ruinas de las Torres y realizar tomas de todas las evidencias, que luego se divulgaron una y otra vez alrededor del globo, tras la sorpresa mundial de lo ocurrido.

A 10 años del 11-S: El documentalista del 11-S que pide asilo a la Argentina

A DIEZ AÑOS DEL ATENTADO

El documentalista del 11-S que pide asilo a la Argentina

Sonnenfeld filmó las Torres Gemelas tras el ataque. Dice que Washington miente. Su trámite de refugiado. El caso de asesinato.


Por Facundo F. Barrio


En una semana se cumplirán diez años del atentado a las Torres Gemelas. Aquel día, Kurt Sonnenfeld fue convocado por el gobierno de Estados Unidos para documentar en video, doce horas diarias durante cinco semanas, los trabajos de emergencia en el Ground Zero. Hoy el documentalista del 11-S vive en Buenos Aires y pide asilo político al Gobierno argentino. Dice que conservó material sensible y que Estados Unidos lo persigue.

“Mi experiencia en Ground Zero y la persecución sufrida me convencieron de que Washington quiere ocultarle al mundo cuál fue su verdadero rol en lo sucedido el 11 de septiembre de 2001. Hay elementos que prueban que Estados Unidos tenía conocimiento previo de los ataques y dejó que sucedieran”, dijo Sonnenfeld a PERFIL.

Esa es la teoría en la que él y su esposa Paula insisten desde 2003, cuando Kurt llegó a la Argentina. Venía de atravesar la traumática muerte de su ex mujer y varios meses de prisión preventiva en Denver, Colorado, por supuesto homicidio en primer grado.

En 2001, Sonnenfeld trabajaba en el Departamento de Relaciones Públicas de la Federal Emergency Management Agency (FEMA), la agencia de Estados Unidos para catástrofes. Cuando el primer avión se estrelló contra la torre norte, lo designaron para filmar en la escena del crimen aquello que los medios podrían transmitir y también aquello que el gobierno prefería guardar.

Según Kurt, algunas de las imágenes que tomó prueban que en las horas siguientes al atentado se destruyó evidencia, que la CIA había retirado documentos secretos de sus oficinas en el World Trade Center antes del ataque y que no puede ser cierto que se perdieron las cajas negras de los aviones. “Esos elementos hicieron que el gobierno que me había confiado la misión de filmar en el WTC me convirtiera en su enemigo”, dice Sonnenfeld.

Su verdadera pesadilla comenzó el Año Nuevo de 2002. Esa madrugada, Kurt fue detenido luego de que la Policía de Denver hallara agonizante a su esposa Nancy con un balazo en la cabeza. La Fiscalía de Colorado acusó a Sonnenfeld de asesinato. El sostiene que la causa fue armada desde Washington para eliminarlo y que el episodio dio inicio a una larga historia de persecución y hostigamiento que continuó en Buenos Aires. Tras varios meses en la cárcel, la Fiscalía retiró la acusación por falta de pruebas, aunque se reservó el derecho de reabrirla en el futuro. Sonnenfeld decidió viajar a la Argentina.

Pero la Justicia estadounidense insistió más allá de las fronteras. Una tarde, agentes de Interpol se presentaron en su casa de Barracas, detuvieron a Kurt y lo trasladaron a la cárcel de Devoto. Bajo el argumento de que había reunido nueva evidencia, la Fiscalía de Colorado había pedido su extradición. Sonnenfeld pasó siete meses en el penal, hasta que el juez federal Daniel Rafecas rechazó el reclamo norteamericano. Aplicando un principio de jurisprudencia general, el magistrado indicó que no había garantías para el acusado, ya que en Colorado se aplica la pena de muerte.

Para ese momento, el caso de Sonnenfeld ya era público. El y su esposa lograron el respaldo de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), el Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel y otros defensores de los derechos humanos. La embajada de los Estados Unidos apeló el fallo de Rafecas ante la Corte Suprema, que dejó en suspenso la definición.

En paralelo, Sonnenfeld desarrolla una activa campaña para que la Comisión Nacional para Refugiados –dependiente del Ministerio del Interior– le otorgue asilo político. De esa forma se garantizaría la no extradición a Estados Unidos. Por ahora, el organismo lo reconoce como “peticionante de refugio”.

En 2002 la fiscalía norteamericana argumentó que Sonnenfeld había destruido evidencias alrededor del cuerpo de su ex esposa. ¿Teorías conspirativas?

A 10 años del 11-S: Entrevista a Kurt Sonnenfeld - AM1030 Del Plata

A 10 años del 11-S

Entrevista a Kurt Sonnenfeld en el programa Mónica y César de Radio AM 1030 Del Plata



Link:

http://www.amdelplata.com/media/programas/podscast/Monica%20y%20Cesar%20en%20Del%20Plata/2011-09-07%20Kurt%20Sonnenfeld%20-%20Documentalista%20EEUU%20Refugiado%20en%20la%20Argentina.mp3

Sonnenfeld, los ojos del Ground Zero que Estados Unidos quiere cerrar

Por Horacio Raña/TELAM



Pocos saben que el 11-S hubo un tercer edificio que se desmoronó en el complejo del WorldTrade Center sin que un avión lo haya raspado siquiera, o que las cuatro cajas negras de los aviones se “evaporaron” mientras que cubiertas de las ruedas resistieron el fuego. Son muchas las cosas que no tuvieron explicación oficial.

Estos llamados de atención sobre cabos sueltos -y muchos más- no provienen de una de las tantas películas que se hicieron sobre los atentados, sino de un ex funcionario estadounidense, Kurt Sonnenfeld, unica persona autorizada a tomar imágenes del lugar para facilitarles a las cadenas televisivas y al FBI y que terminó perseguido, torturado y con pedido de refugio en la Argentina.

Sonnenfeld trabajaba desde hacía casi una década para la FEMA (Federal EmergencyManagment Agency), el organismo encargado de intervenir en desastres naturales y no naturales que por su magnitud exceden la capacidad del estado en el que suceden. Esa mañana estaba durmiendo en su casa de Colorado, cuando recibió el llamado de su jefe, JoeAllbaugh, para que encienda el televisor.

“Ahí vi la Torre Norte con el humo saliendo y la CNN diciendo que `un pequeño avión` se había estrellado”, relató Sonnelfeld a Télam en la casa de Barracas donde vive con su esposa Paula y sus mellizas Natasha y Scarlett, las tres argentinas.

“Mi jefe me dijo que tenía que ir a Nueva York porque FEMA estaba involucrada, algo que me pareció anormal sólo porque un avión pequeño se estrellara contra un edificio. Cuando le pregunté la razón, me respondió: `Estamos siendo atacados`. De alguna manera se adelantó a lo que vendría”, agregó el ex agente.

Para tener una idea, la FEMA estaba involucrada en los hechos antes de saber si se trataba de atentados, mientras que para un desastre de la magnitud del huracán Katrina tardó 10 días en hacerlo. Pero no fue la única cosa extraña que vio y averiguó Sonnenfeld en su condición de “camarógrafo exclusivo” en el Ground Zero.

Por ejemplo, que en las semanas previas a los ataques hubo evacuaciones inusuales e inesperadas de ambas torres o que cientos de agentes del gobierno estaban posicionados en Nueva York el día 10, preparando un “simulacro de ataque terrorista” que casualmente se llevaría a cabo el día 12 y que oficiales de FEMA habían instalado a su base de operaciones cerca del WorldTrade Center.

“Lo que me sorprendió al llegar al lugar -recuerda Sonnelfeld- fue que la escena del crimen estaba contaminada por la presencia de enormes camiones. Estructuras metálicas, vigas de acero y material similar fueron retirados para ser rápidamente vendidos a China para su fundición como chatarra”.

“Al día de hoy -sostuvo- prominentes científicos y estudiosos aún lamentan la perdida de tan vital evidencia”.
Poco a poco las cosas comenzaron a reflejarse con mayor extrañeza, sobre todo para un experto como Sonnenfeld. “Tengo fotos de contenedores del FBI en los que hay piezas rescatadas de los aviones como la cubierta de una rueda, butacas, fuselajes y otras partes que, siendo muy sensibles al fuego, sobrevivieron”.

“Sin embargo -agregó- ninguna de las cuatro cajas negras de los aviones apareció jamás a pesar de estar construidas de un material que sobrevive a casi todo. Las autoridades pusieron como excusa que las altas temperaturas las habían desintegrado. La versión oficial explica en su informe que se `evaporaron`, lo que no es creíble”.

Otra cosa “rara” y de la que pocos hablaron, fue la caída del edificio 7.

“Al lado de la Torre Sur estaba el edificio 6 que resultó con daños pero se mantuvo en pie, pese al colpaso de algunos pisos. Luego, a considerable distancia, estaba el 7, al que no le pasó ni cerca un avión y sin embargo, nueve horas después de los ataques, se vino abajo como las Torres en tan sólo 6,5 segundos”.

“La versión oficial es que fue producto del calor del fuego. Sin embargo yo tomé imágenes en donde se ve el edificio entero con tan sólo un par de focos de incendio que jamás pudieron causar su destrucción”, precisó.

Respecto al edificio 6, allí funcionaba la Casa de Aduana y había oficinas del servicio secreto, el FBI y el ATF (Departamento de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos) y de Inteligencia.

El subsuelo del edificio 6 era una gran área de seguridad para todas esas oficinas gubernamentales y funcionaba como una bóveda para guardar documentos secretos y evidencias de los organismos de seguridad y del gobierno de Estados Unidos.

La versión oficial fue que todos esos documentos y evidencias fueron destruidos por el fuego y los derrumbes. “Sin embargo -relata Sonnenfeld- entre los escombros yo llegué hasta esa bóveda y pude ver que estaba vacía. ¿Qué sucedió? ¿Habían sacado todo del lugar antes de los atentados, previendo lo que iba a pasar?”.

Incluso más: seis meses después, en lo que consideró una “puesta en escena” para los medios, se anunció que habían desbaratado una gran banda de narcotraficantes y lavadores de dinero utilizando evidencia milagrosamente recuperada del edificio 6.

No es difícil entender que Sonnenfeld, la única persona en tener imágenes de casi todo lo que había sucedido en el Ground Zero, se transformó en una molestia para el gobierno de George W. Bush. Comenzaron las amenazas y las violaciones domiciliarias hasta que llegó el infortunado hecho del suicidio de Nancy, su primera esposa.

Fue detenido y torturado y acusado de homicidio. Todo cayó por el propio peso de las pruebas, pero la situación se había tornado insostenible. El ofrecimiento de venir a la Argentina a vivir en un departamento de un conocido en San Bernardo fue la salida, aunque sólo por un tiempo.

Poco antes del 11 de septiembre de 2004 fue detenido en su casa de Barracas en un aparatoso operativo de Interpol por un pedido de extradición de Estados Unidos que había reflotado la acusación de homicidio contra su esposa. Estuvo preso siete meses en Devoto.

El juez Daniel Rafecas rechazó dos veces el pedido de extradición, y ante las apelaciones de Estados Unidos, fue la propia Corte Suprema la que en un hecho sin precedentes decidió suspender el proceso.

Si lograra extraditarlo, Estados Unidos podría aplicarle hasta la pena de muerte, razón por la cual Sonnenfeld solicitó el estatus de refugiado y el gobierno argentino se lo otorgó, aunque por el momento de modo transitorio.

“Mi situación está en manos de la CONARE (Comisión Nacional para Refugiados), y es la que debe resolverla. La figura que me otorgaron como amparo es `peticionante de refugio` que se va renovando periódicamente. Pero es como estar con un pie descalzo”, grafica Sonnenfeld con una preocupación que no precisa de interpretación alguna.